Estados Unidos anunció el envío de dos nuevas unidades de guerra al Caribe como parte de su ofensiva contra lo que califica como “organizaciones narcoterroristas”: se trata del crucero lanzamisiles USS Lake Erie y el submarino de ataque rápido USS Newport News, que se sumarán la próxima semana a la flota ya desplegada frente a las costas venezolanas.
El anuncio ocurre una semana después del arribo del escuadrón anfibio conformado por el USS Iwo Jima, USS San Antonio y USS Fort Lauderdale, con cinco mil efectivos, incluidos 2 mil 200 marines.
Con este refuerzo, la administración de Donald Trump “consolida su estrategia de seguridad nacional centrada en la lucha contra cárteles de la droga”, entre ellos el Cártel de los Soles y el Tren de Aragua,catalogados por Washington como organizaciones terroristas extranjeras.
La Casa Blanca aseguró que usará “todos los elementos de su poder” para frenar el tráfico de narcóticos procedente de Venezuela.
Además, elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente Nicolás Maduro, a quien acusa de estar vinculado con estas redes.
En respuesta, el gobierno de Venezuela movilizó a 4.5 millones de integrantes de la milicia nacional.
El presidente Maduro afirmó que el objetivo es “garantizar la defensa de la soberanía”.
El canciller Yván Gil señaló que las acusaciones de Estados Unidos “carecen de fundamento” y reiteró que “solo el respeto a la paz regional puede contribuir a la lucha contra el crimen”.
Especialistas militares estadounidenses consideran que el valor del despliegue del USS Lake Erie y delUSS Newport News es más simbólico que operativo, debido a que las tareas de interdicción contra el narcotráfico suelen estar a cargo de la Guardia Costera.
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