En medio del inicio de un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha subrayado la soberanía y dignidad de la nación, en respuesta al cambio de administración en el país vecino.
Donald Trump asume este lunes su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, un hecho que ha generado incertidumbre sobre el futuro de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Durante un evento en Chinantla, Puebla, donde entregó tarjetas de pensiones de bienestar, Sheinbaum Pardo abordó el tema con confianza y claridad. «Cuando estuvo el presidente López Obrador, llegó a un buen entendimiento con el presidente Trump, y por eso yo pienso que vamos a llegar a un buen entendimiento, que nos vamos a entender siempre; el diálogo ayuda», declaró. Sin embargo, fue contundente al recalcar: «México no es colonia de nadie, no es protectorado de nadie. México es un país libre, independiente y soberano».
En su discurso, la presidenta destacó la contribución de los trabajadores mexicanos a la economía estadounidense, afirmando que el esfuerzo y la dedicación de los connacionales han sido fundamentales en diversos sectores. «¿Qué, a poco tendrían comida en la mesa los estadounidenses si no fuera por las mexicanas y los mexicanos?», cuestionó, para luego subrayar: «¿Qué sería de Nueva York sin los mixtecos, las mixtecas? Por eso le decimos ‘Puebla York’, porque allá trabajan en los servicios, trabajan en la construcción».
Según Sheinbaum Pardo, entre el 70 % y el 80 % de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos son de origen mexicano. Además, mencionó que los migrantes envían a sus familias en México aproximadamente el 20 % de sus ingresos, mientras que el resto se queda en Estados Unidos, contribuyendo al consumo, el ahorro y el pago de impuestos en dicho país.
Sheinbaum Pardo también reveló detalles sobre las dos conversaciones telefónicas que sostuvo recientemente con Trump. Durante una de ellas, el mandatario estadounidense le preguntó si México enfrenta un problema grave con el consumo de fentanilo, una droga que ha generado una crisis en Estados Unidos. «La verdad, no. Sí hay problema de drogadicción, pero esa droga no la consumimos los mexicanos y mexicanas», respondió Sheinbaum. Añadió que, aunque la drogadicción es un problema en México, no representa una crisis tan severa como en el país vecino.
Al preguntar Trump por qué el fentanilo no es un problema principal en México, la mandataria mexicana atribuyó esta situación a los valores familiares y a la tradición de cuidar a los seres queridos. «Mi pueblo tiene valores familiares y una fuerte tradición de apoyo mutuo», enfatizó.
El discurso de la presidenta reflejó un equilibrio entre la firmeza en la defensa de la soberanía nacional y la disposición para mantener un diálogo constructivo con la administración de Trump. Sus palabras no solo buscan tranquilizar a la ciudadanía, sino también enviar un mensaje claro: México no se someterá a presiones externas, pero continuará trabajando por una relación bilateral basada en el respeto mutuo.
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